
Llama a tu ángel de la guarda
Por P. Isaiah Schick
A principios de este mes, tuvimos la fiesta de todos los santos Ángeles de la Guarda (2 de octubre). ¡Es una de mis fiestas favoritas de todo el año! Se nos recuerda que la creación de Dios no se limita solo a lo que podemos ver, sino que también se extiende al reino espiritual invisible. Hay muchos más ángeles que humanos, y todos y cada uno de nosotros tenemos al menos un ángel guardián que está con nosotros desde el momento en que somos concebidos en el vientre de nuestra madre hasta el momento en que respiramos por última vez y llegamos al tribunal de Cristo.
Nuestro ángel de la guarda nos ama más perfectamente que cualquier persona humana viva, ya que está perfectamente confirmado a la voluntad de Dios y más perfectamente atento al Corazón de Jesucristo. Tienen un propósito: glorificar a Dios ayudándonos a convertirnos en los santos para los que fuimos creados, en resumen, ¡para llevarnos al cielo! Se aseguran de que NUNCA estemos solos. Tenemos a alguien que nos ama perfectamente, siempre a nuestro lado, que ha visto cada acción que hemos hecho (para bien o para mal) y que no ha olvidado nada (¡aunque nosotros mismos no lo recordemos!), y sin embargo nuestro ángel de la guarda nos ama más por ello, no menos. Pensamos muy poco en ellos, y sin embargo eso no los amarga o los hace resentidos: no están en esto por sí mismos. Sólo piensan en el Dios que aman y sirven en primer lugar, ¡y en nosotros! Si alguna vez te sientes desanimado, o abrumado, o al final de tu cuerda, ya sea por la tentación o por los sufrimientos de esta vida, ¡no dudes en pedirle ayuda a tu ángel de la guarda! Quieren orar por ti y por tus intenciones, para ayudarte a buscar la virtud, para ayudarte a acercarte más al Corazón de Cristo todos los días.
Hay una breve oración que es bueno memorizar si aún no lo has hecho, que me ayuda a recordar a mi ángel de la guarda todos los días, la rezo cada vez que me subo a un vehículo:
Ángel de Dios,
mi guardián querido,
a quien el amor de Dios me encomienda aquí,
Estar siempre a mi lado,
para iluminar y proteger, para gobernar y guiar.
Amén.
